Este es el proceso de revivir un recuerdo —y su desintegración consiguiente— a través de una serie de imágenes asociativas. La animación trata de llevar al espectador a un estado mental y emocional hipnótico en el que pueda experimentar la variada naturaleza de la memoria a través de sus imágenes, y las agradables, aunque efímeras, alegrías de descender a nuestros recuerdos.